El año 2025 llega a su fin, y para el Partido Comunista de España en Castilla y León, este no ha sido un año más de gestión institucional o presencia testimonial. Ha sido un ejercicio de resistencia activa frente al avance de las políticas reaccionarias y, sobre todo, de construcción de una alternativa de clase en cada rincón de nuestra comunidad, desde las grandes capitales hasta el medio rural.
1. La batalla por la dignidad material: Vivienda y Servicios Públicos
El tercer trimestre de 2025 arrojó un dato que para el PCE no es una estadística, sino un ataque directo a las condiciones de vida de nuestro pueblo: el aumento del 14,4% en el precio de la vivienda en la región. Nuestra organización ha liderado la denuncia pública, señalando que mientras la Junta de Castilla y León mira hacia otro lado, los fondos buitre y la especulación salvaje expulsan a los jóvenes y a las familias trabajadoras de sus barrios.
Hemos sido claros: no hay libertad sin techo. Por ello, nuestra actividad en Ávila, Segovia y Valladolid se ha centrado en exigir la intervención del mercado y la creación de un parque público de vivienda real, conectando esta lucha con la defensa de una Sanidad Pública que en provincias como Ávila está siendo desmantelada sistemáticamente en favor del negocio privado.
2. Formación e Ideología: Armas para la transformación
Un militante que no se forma es un militante que no puede transformar la realidad. Este año, el PCE-CyL y el PCE de Valladolid han convertido nuestras sedes y los centros sociales en verdaderas trincheras de pensamiento crítico.
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En Valladolid, la presentación de «El lenguaje de Vox y su impacto en el debate público» con Vanessa Lillo, permitió desgranar los mecanismos de la extrema derecha para inocular su odio en la clase obrera.
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La presentación de «Crónica sentimental del nuevo régimen» por Álvaro Aguilera, sirvió para reflexionar sobre la necesidad de una izquierda que no olvide su raíz de clase.
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Incluso la mirada internacional se hizo presente con el análisis del libro «Por qué China está ganando», aportando una visión estratégica sobre el nuevo orden mundial multipolar.
3. Solidaridad Internacionalista: Contra el genocidio y el rearme
El PCE no entiende de fronteras cuando se trata de la opresión. La presencia de Kayed Hammad en actos organizados junto al Ateneo Republicano en Valladolid ha sido un testimonio desgarrador y necesario para mantener viva la llama de la solidaridad con el pueblo palestino frente al genocidio sionista.
Paralelamente, hemos llevado a Medina del Campo y Laguna de Duero un debate urgente: «El rearme en Europa». En un momento donde el capital busca la salida a su crisis a través de la industria bélica, los comunistas castellanos y leoneses hemos denunciado que cada euro destinado a cañones es un euro robado a nuestras escuelas y hospitales. Nuestra consigna es clara: Ni OTAN, ni bases, ni gastos militares.
4. Memoria Democrática: No hay olvido para los que luchan
Este año hemos asistido con indignación a propuestas estéticas y vacías de contenido político sobre nuestro pasado. El PCE-CyL calificó de “decepcionante y equidistante” el proyecto ‘La base y la cruz’ para Cuelgamuros. No aceptamos maquillajes para el mayor monumento a la victoria fascista de Europa; exigimos justicia, reparación y la salida definitiva de cualquier rastro de exaltación dictatorial.
Esta coherencia se trasladó a las calles de Valladolid el 20 de noviembre, donde la Coordinadora Antifascista, con el PCE en primera línea, volvió a demostrar que esta ciudad tiene memoria y que el fascismo no pasará mientras haya un comunista organizado.
5. Feminismo de Clase frente a la barbarie
El 25 de noviembre no fue una fecha ritual. Bajo el manifiesto «¡Hartas de que nos nieguen!», las mujeres del Partido y la Juventud Comunista denunciaron la doble opresión que sufren las trabajadoras. En una comunidad donde la extrema derecha intenta borrar el concepto de violencia de género, el PCE ha respondido con feminismo de clase, señalando que la lucha contra el patriarcado es indisoluble de la lucha contra el capital.
6. Conclusión: Hacia un 2026 de trabajo y lucha
Cerramos este 2025 con la satisfacción del deber cumplido, pero con la mirada puesta en los retos venideros. La estructura territorial del PCE, con sus comités en Zamora, Salamanca, Burgos, Soria, León, Valladolid, Palencia, Segovia y Ávila se mantiene firme.
Hacemos un llamamiento a todas aquellas personas que no se resignan, a quienes sienten la injusticia como propia: el PCE es vuestra casa. Porque como decimos en cada asamblea y en cada mitin: con Partido hay derrotas, pero sin Partido… ¡no hay victoria!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
¡Viva el Partido Comunista de España
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